Amigos

¿Por qué esos grupos de amigos que teníamos de niños van desapareciendo?
¿Por qué cada vez nos distanciamos mas y nos vemos y hablamos menos?

Yo no le echo la culpa a los estudios aunque parte de culpa si que tienen, ahora que somos universitarios nos tenemos que ir más lejos a estudiar, y a veces no al mismo lugar. Y los que no han llegado a la universidad se quedan en los pueblos y aún así se les ve menos. Pero incluso si ambos vais a la misma universidad no es seguro que os veáis.
Todas estas cosas con un poco de esfuerzo por ambas partes se pueden solucionar, aunque hay una cosa que nos separa pero es más difícil de solucionar. Las parejas. Ese gran mal que disgrega a los grupos de la infancia. Cada vez que uno o una del grupo se echa novio o novia se separa del grupo, aunque si la cosa no les va bien terminan volviendo. Saben que siempre estaremos allí por eso no se preocupan demasiado de cuidar la amistad, pero por muy amigos que sean esta situación termina cansando.

El problema real aparece cuando la mayor parte del grupo está emparejado. Y aunque todos intenten unir de nuevo al grupo, y estemos todos juntos en el mismo sitio, las parejas terminan estando más pendientes de los novios y las novias que de los viejos amigos.
Así por inercia todos intentan buscarse una pareja para no estar solos, para quedar con los amigos y sus respectivas parejas y volver a la “normalidad”, pero así no se vuelve a los viejos tiempos. Da una sensación de vuelta a la antigua camaradería pero se queda en ese en una vaga ilusión.
¿Y que pasa con aquellos amigos que aún no tienen pareja?
Pues ellos se van quedando poco a poco más solos, intentando quedar con sus viejos amigos cuando están solos y sin pareja. Pero eso cada vez se hace más difícil pues tienen muchas cosas que hacer y cada vez menos tiempo para los amigos, y más para los trabajos, estudios o parejas…

No lo veo justo. Espero que cuando tenga pareja a mi no me pase eso, y no dejar solo a ningún amigo por preferir pasar tiempo con mi pareja.

Esta entrada no es una indirecta. ¡Es una directa a todos vosotros y a los que aún no lo hacéis! Os quiero demasiado para dejaros marchar. Y sí, a veces me pongo celoso sin motivo, pero es porque os quiero. (L)