¿Tienes miedo? ¿A qué?
¿Quieres correr? ¿Por qué?
¿Quieres correr? ¿Por qué?
¿Huyes? ¿De qué?
Por mucho que quieras huir o
esconderte es imposible escapar al destino. No puedes escapar del tiempo, pasa
inevitable y no puedes detenerlo. Por mucho que quieras ocultar tus sentimientos
terminan aflorando; y cuanto más reprimidos los hayas intentado tener, más te
harán sufrir. No puedes escapar de la vida, del dolor, del tiempo, de la pasión…
nuestra vida es un todo y no podemos eliminar sólo las cosas que no nos gustan.
Debemos seguir adelante por las cosas que queremos, sin rechazar las que no, y
tratando de llevarlas todas lo mejor posible.