viernes, 13 de agosto de 2010

Regalos

¿Nunca habéis estado pensando un regalo de cumpleaños semanas, casi meses antes de que sea el cumpleaños de esa persona?

A mí me pasa eso una vez al año.

En nuestro grupo de amigos normalmente nos juntamos varios para comprar el regalo entre todos y así compramos un regalo más grande y nos sale más barato. Normalmente lo compra uno de nosotros y ya ponemos el dinero entre todos.

Lo más fácil para un vago como yo sería dejar que todos los regalos los comprasen los demás pero a veces me gusta ponerle a algún regalo mi toque personal. Y como ya he dicho esto me pasa una vez al año. Y como me gusta que los regalos que hago gusten me lo pienso durante cierto tiempo y los compro con tiempo.

El 3 de Julio de año pasado el regalo creo que fue de los más especiales que se le hubieran podido hacer, y también era caro de cojones el jodío…

Después de años sin sacar ningún disco y sin hacer ninguna gira Green Day volvía a la carga, y pasaban por España, a mi amiga le encanta ese grupo así que le compramos la entrada para el concierto de Barcelona.



Después de ese regalo he llegado a pensar que nunca más iba a conseguir emocionarla con un regalo. Pero este año me he superado a mi mismo, le he hecho el regalo más inútil pero a la vez más bonito y simbólico que se le podía hacer.

Estuve al menos 3 semanas recorriéndome todas las tiendas de música de Málaga para encontrar el regalo perfecto para mi amiga. Sé lo mucho que le gusta la música y que le encantan más las cosas simbólicas que las cosas caras.

Pensé en regalarle un vinilo, ya sé que ella no lo puede escuchar porque no tiene un plato para reproducirlo pero al menos sería algo bonito algo diferente, algo original y que jamás se esperaría que le regalasen. Sería perfecto.

Sólo había un pequeño problema, ¿qué vinilo comprarle? Por esa razón estuve tanto tiempo recorriéndome las tiendas de música que conozco en Málaga.

Estuve en la FNAC viendo los vinilos que tenía, eran muchos pero casi ninguno de grupos conocidos, al menos no para mí, y tampoco las portadas de los discos llamaban demasiado la atención, ya que no lo iba a poder escuchar al menos que sea bonito por fuera, ¿no?

También me recorrí otra tienda de música que hay en el centro, en una de esas callecillas estrechas en las que te puedes perder muy rápido pero que igual de rápido te encuentras, sí, esas en las que nunca encuentras la tienda que quieres. Pues por ahí hay otra tienda de música que me la recorrí entera, de arriba abajo pero no encontré ningún estante con vinilos.

Al final me dirigí al CC Larios, allí hay otra tienda de música, justo enfrente del pull & bear, en esa tienda es donde normalmente me compro los pósters. Ahí en esa tienda me estaba esperando el vinilo perfecto, cuando lo miré a los ojos pensé, tu serás el nuevo hijo de mi mejor amiga. Sí lo miré a los ojos porque en la portada había un “baby” como le gusta decir a mi amiga, el chiquitajo era rubio con unos ojos que no podías dejar de mirarlos.




Así encontré el regalo perfecto para este año. La cuestión es, ¿qué se me va a ocurrir para el año que viene? No lo se pero tendré que empezar pronto a pensarlo porque al paso que voy o dejo de comprarle regalos o me muero pensando un regalo mejor que el anterior cada año.

1 comentario: