Hoy he tenido uno de esos días. Quiero cambiar. No quiero evolucionar, más bien, quiero volver atrás. Quiero ser como era hace años. Quiero ser aquel chico inocente y enamoradizo.
Tareas pendientes:
-Controlar impulsos.
-Centrarme en las cosas importantes.
-Frikear como el que más.
-Dar mayor importancia a las amistades.
En definitiva, volver a ser como cuando no sabía nada de la "vida" pero sabiendo lo que hay para no volver a tropezar con la misma piedra.
¿Lo conseguiré? Lo dudo, pero no me rindo, hay que intentarlo.
Es un sueño anhelado por todos. Creo que la felicidad plena debe estar cerca del punto intermedio entre lo que "sabemos" como adultos, y la inocencia del "no saber nada". O, al menos, en ese camino andará la cosa.
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